El nuevo sistema VeriFactu no solo introduce cambios técnicos en la forma de emitir facturas, sino también un régimen sancionador severo para quienes no se adapten a tiempo. Estas sanciones están recogidas en la Ley Antifraude 11/2021 y en el artículo 201 bis de la Ley General Tributaria (LGT).

Las multas afectan tanto a los usuarios (empresas y autónomos) como a los fabricantes o distribuidores de software que no cumplan con los requisitos de integridad, trazabilidad y certificación exigidos.

✅ Multas a usuarios por usar software no conforme

La ley prohíbe expresamente el uso de programas de doble uso, es decir, aquellos que permitan ocultar ventas o modificar facturas sin dejar rastro. Si una empresa o autónomo no adapta su sistema de facturación y continúa usando un software no certificado o manipulable, podrá ser sancionado con una multa de hasta 50.000 € por ejercicio fiscal.

Esto significa que cada año de incumplimiento puede implicar una sanción independiente. Incluso la mera tenencia de un software fraudulento o con funciones ocultas de borrado ya es motivo de sanción, aunque no se haya utilizado.

✅ Multas a fabricantes y distribuidores de software infractor

La ley también sanciona a los proveedores de software que desarrollen o vendan programas no conformes con la normativa VeriFactu. La multa en este caso puede alcanzar los 150.000 € por año de infracción.

Esta medida busca impedir que se comercialicen herramientas con funciones ocultas que permitan eliminar o alterar facturas. Además, la normativa establece que, si un negocio utiliza un software certificado y luego se demuestra que no cumplía con la ley, la responsabilidad recaerá en el fabricante y no en el usuario.

Por tanto, los desarrolladores y distribuidores tienen la obligación de emitir una declaración responsable y mantener sus programas actualizados según los requisitos técnicos de la AEAT.

✅ Otras consecuencias del incumplimiento

Además de las sanciones económicas, el incumplimiento de VeriFactu puede conllevar inspecciones fiscales y responsabilidades tributarias adicionales. La Agencia Tributaria ha anunciado campañas específicas para detectar software de ocultación de ventas.

En 2025, por ejemplo, se llevó a cabo la Operación “Amperio”, donde se inspeccionaron empresas sospechosas de manipular facturación mediante programas ilegales. Con VeriFactu plenamente activo, Hacienda podrá cruzar datos en tiempo real para identificar discrepancias entre facturas emitidas, registros VeriFactu y declaraciones presentadas.

Los negocios que ignoren esta obligación quedarán en el punto de mira de la Administración y podrían afrontar actuaciones inspectoras inmediatas. En casos de fraude deliberado, incluso podría derivarse en delito fiscal.

✅ Sanción por manipular registros de facturación

La Ley 11/2021 también tipifica como infracción grave alterar, borrar o manipular los registros de facturación. Por ejemplo, si una empresa emite facturas y luego las elimina del sistema, estaría vulnerando la trazabilidad que exige VeriFactu.

Estas infracciones pueden acarrear sanciones adicionales proporcionales al importe no declarado, además de las multas fijas ya mencionadas.

✅ Cumplir es la mejor inversión

No adaptarse a VeriFactu o intentar eludirlo saldrá caro. Las sanciones pueden superar ampliamente el coste de actualización del software. Cumplir con la norma es, sin duda, la opción más rentable y segura.

Además, los negocios que trabajen con software certificado quedarán protegidos: si el programa falla por un error técnico, la responsabilidad será del fabricante y no del usuario. VeriFactu ofrece así seguridad jurídica y transparencia para las empresas que se adapten correctamente.